sábado, 7 de septiembre de 2019

Rincón de la copla. Sept. 2019

Siempre que me voy de ti
me cuesta decirte adiós,
porque estás grabada, Soria,
dentro de mi corazón.

Durante una semana del mes de agosto se celebra en la ciudad de Soria un certamen exclusivamente dedicado a la Poesía, que ya va por su duodécima edición. Está apoyado con entusiasmo por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento y el soporte de diversas entidades sorianas. Asisten, cada vez en más número, autores y editores tanto de España como de países hispanoamericanos. El ambiente en la bella ciudad vecina es muy especial y ya va por el séptimo año que acudimos puntuales a una cita donde la poesía se funde con la amistad, la música y, por qué no decirlo, la afamada gastronomía de la ciudad del Duero, lo que unido a sus numerosas bellezas naturales y monumentales hace especialmente grata la estancia. De ahí la nostalgia en la despedida...



Un caballo bebe solo
lluvia y sangre sin consuelo.
La negra noche es más negra
porque está solo, sin dueño.

Blas Muñoz Pizarro (Valencia, 1943), es profesor de Latín y licenciado en Filología Hispánica. En 1971 obtuvo el “Premio Nacional de Poesía José Antonio Torres”. En 1975 fue incluido en la antología Un siglo de poesía en Valencia, de R. Bellveser. Publicó en 1981 Naufragio de Narciso
[1971-1973] becado por el Ayuntamiento de Valencia. Ha permanecido luego en
silencio poético hasta el año 2007. En estos últimos años ha sido reconocido con más de una veintena de galardones nacionales e internacionales, entre ellos el “Premio de Poesía Miguel Labordeta 2010” del Gobierno de Aragón.
En una reciente conversación, me comenta que a los quince años escribió, dentro de un relato,esta copla de reminiscencias lorquianas que no me resisto a reproducir.



Palomita palomita
cuidado con el pichón.
Mira que rondando el nido
está el gavilán ladrón.

La copla de hoy pertenece a Los Gavilanes, una de las más famosas zarzuelas de nuestro rico repertorio lírico. Compuesta por el maestro Jacinto Guerrero, se estrenó en el Teatro de la Zarzuela en el año 1923. En esa época era muy corriente, dada la fama internacional de nuestra jota, incluírla en los libretos de numerosas zarzuelas, muchas de ellas con ambiente aragonés (La Dolores, Gigantes y cabezudos...). Fue una época dorada que se está recuperando para las nuevas generaciones. La Zarzuela constituye un patrimonio cultural y musical inmenso que estamos obligados a preservar y difundir con el respeto y calidad debidos, pues ciertas “actualizaciones” desvirtúan las obras originales que constituyen un valioso documento del lenguaje, costumbres y modos de la época.


La copla es bella, potente,
directa e inigualable;
mana desde el corazón
y de allí al alma se expande.

La copla como estrofa poética, la cuarteta octosílaba asonantada, ha sido a través de toda la literatura española motivo de hermosas composiciones. Es preciso, empero, distinguir la copla estrofa de la copla como canción española que surgió a finales de los años veinte del pasado siglo y tuvo su mayor esplendor hasta los años sesenta. Hoy sigue vigente, resistiendo al tiempo, con nuevas letras e intérpretes. A propósito cito la impresionante obra, tesis doctoral de Ana María Martín Villegas (Institución Fernando el Católico, 2019), que en un estudio exhaustivo y brillante recoge el recorrido histórico de las canciones -coplas- populares españolas, con abundante documentación. Un trabajo ímprobo e indispensable con prólogo de Agustín Sánchez Vidal.



El querer que por ti siento
es luz que la noche roba,
alma tras unos barrotes
que se pudre triste y sola.

En el extenso prólogo de la obra del poeta y flamencólogo José María Lopera, Gonzalo Rojo recoge la interesante información referente a que, en los siglos XIX y XX, se editaron importantes colecciones de coplas, bien en recopilaciones (Demófilo, Rodríguez Marín) como en colecciones sueltas o formando parte de otras publicaciones (novelas, ensayos, artículos etc.), destacando entre sus autores Fernán Caballero, Augusto Ferrrán, G.A. Bécquer, Manuel Balmaseda, Salvador Rueda, J.R. Jiménez, Antonio y Manuel Machado, José Bergamín, Rafael Montesinos y muchos más. Vemos pues que la copla ha tenido autores de renombre y calidad a su servicio, lo cual nos fortalece en el ánimo de seguir batallando por su pervivencia. La de hoy es del citado José María Lopera.


(Heraldo de Aragón: 1,8,15,22 y 29 sept. 2019)








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