domingo, 13 de junio de 2010





Una copla trajo el cierzo
a tu oído aquella tarde;
te dijo que yo te amaba
y se marchó con el aire.



Ángel Pérez Vicente es un poeta de la copla. Mi amistad con él viene de muy lejos y siempre hemos coincidido en nuestros pensamientos y aficiones, especialmente las literarias. Escribe coplas desde tiempo inmemorial y tiene más de mil archivadas esperando, algún día, emular a Mingote o Arnaudas y publicar un cancionero aragonés para que no se pierdan en el olvido. Y es que la copla aragonesa “engancha” por doquier a numerosos y muchas veces anónimos compositores que guardan verdaderas joyas que deberían ver la luz. También sería recomendable y conveniente que los excelentes cantadores, tan remisos salvo contadas excepciones a renovar sus cantas, ejercieran de pregoneros de estas coplas bellas y llenas de sentimiento poético y las cantaran con la sensibilidad de, por ejemplo, Pilarín Bueno, a quien desde aquí felicitamos por sus primeros cincuenta años de cantadora excelente que sabe hacer tantas veces de la Jota una hermosa canción de amor.

(Publicado en Heraldo de Aragón 13.6.2010)

No hay comentarios: