Cuando
oigo cantar la jota
siento
una pena muy grande,
pues
con ella me dormía
en
los brazos de mi madre.
Las coplas de jota han
rendido infinidad de veces homenaje a las madres. Son cientos las
cantas que las honran. Hoy, primer domingo de mayo, se celebra su Día
y recogemos al azar una de ellas
al par que recordamos
también a aquellos maestros de la jota que la llevaron en triunfo
por numerosos escenarios internacionales en una época gloriosa. Es
el caso de Miguel Asso, (1886-1936) cantador y profesor de jota que
junto con Cecilio Navarro cantó ante los Reyes en el Teatro Apolo de
Madrid y recorrió Europa con las figuras de la época. Entre las más
emotivas coplas dedicadas a las madres están las de José Oto,
Pascuala Perié, Matías Maluenda, Conchita Pueyo e infinidad de
letristas y joteros. Felicidades a las madres en este su día
especial.
Dicen
que no nos queremos
porque
no nos ven hablar:
a
tu corazón y al mío
se
lo pueden preguntar.
El próximo día catorce, sábado, y
con libre asistencia, se presenta en el auditorio del ConservatorioSuperior de Música de Aragón el
ensayo de la profesora y musicóloga Marta Vela "La jota,
aragonesa y cosmopolita", que explora un camino apasionante
sobre el origen y la difusión de la jota aragonesa por los grandes
compositores del siglo XIX como Saint-Saëns, Glinka, Liszt, Mahler o
Falla. En el acto tendrá lugar un recital de jota con novedosas
aportaciones de la cantante y compositora Pauline Viardot-García
que, a través de una obra de Florencio Lahoz, oriudo de Alagón,
difundió a nivel mundial desde París la jota aragonesa. La obra,
editada por Pregunta y patrocinada por el Gobierno de Aragón, marca
sin duda un hito para el mayor reconocimiento de nuestra jota a nivel
mundial. Imprescindibles libro y concierto.
Mucho
quiero a tus ojicos,
mucho
a tus ojicos quiero,
pero
más quiero a los míos
que
fueron los que te vieron.
Alfonso
Zapater, el gran periodista de Albalate del Arzobispo fallecido en
2007, trabajó durante
muchos años en HERALDO desempeñando
importantes puestos. También, destacado escritor y
folclorista,
escribió una magna obra, “Historia de la jota aragonesa” (1987),
donde hace un exhaustivo
estudio del folclore de nuestra tierra.
Esta
es una obra que se engrandece con el tiempo y, al cumplirse treinta y
cinco años de su publicación
, sigue siendo referente indispensable
para que todos los amantes o interesados en nuestra jota beban en
sus
páginas la autenticidad sin baturrismos de nuestro canto y baile
regional. Pedro Laín Entralgo
, ilustre prologuista, recoge tres
escogidas coplas que hermosean el panorama de las letras de jota. He
aquí una de ellas.
Con
la vida que me traes
y
la muerte que me llega,
voy
a hacer un cielo aparte
para
que mi amor no muera
José
María Lopera, fue un poeta andaluz con
una larga trayectoria. Publicó, fundamentalmente, letras para los
diversos "palos" del flamenco -que son cuarenta y ocho-
donde predominan las estrofas de cuatro (como nuestras cantas
joteras) y tres versos octosílabos, quintillas, décimas, romances y
agrupaciones polimétricas. Así como un interesante libro "Flamenco
para cantar palo a palo" donde se desgranan todas estas formas
estróficas. Tienen Andalucía y sus gentes un cariño y un cuidado
muy especial con su rico folclore: lo cuidan, lo miman y lo propagan
y es ejemplar el culto que se profesa al flamenco. Invito a conocer,
y a transplantar a nuestra querida jota, esas maneras de dignificar y
engrandecer el folclore, acervo cultural irrenunciable.
No cantes más
la Africana,
vente conmigo a
Aragón,
y allí la
jota, que es gloria,
nos
cantaremos los dos.
El
dúo de la Africana, es una zarzuela en un
acto, “consecuencia” de la ópera “L'Africaine” de G.
Meyerbeer, estrenada en París en 1865. Fue compuesta por Manuel
Fernández Caballero (Murcia 1835-Madrid 1906) con libreto de Miguel
de Echegaray (Quintanar 1848- Madrid 1927) que crearon también la
inmortal obra Gigantes y cabezudos, en 1898. “El dúo” fue
estrenada en el Teatro Apolo de Madrid en 1893 y es una obra
deliciosa que recomendamos escuchar especialmente en la versión de
Josefina Meneses y Pedro Lavirgen, Premio Nacional de Teatro que, a
sus noventa y un años, atesora unos conocimientos técnicos y
anecdóticos de una época gloriosa de la lírica, con nombres que
formaron una generación irrepetible que sigue deleitando al oyente
aficionado.
(Heraldo de Aragón, 1,8,15,22,29 mayo2022)