La primavera excita los ánimos poéticos y, al par que las flores, surgen los versos y las estrofas de la pluma de los poetas. Pronto llegará un nuevo mes de abril y con él, el Día del libro y la Feria. Allí, entre los escritores, los sufridos poetas expondrán los frutos, tantas veces utópicos, de su imaginación. Antiguamente, en estas fechas, se celebraban "juegos florales" donde se cantaba al amor y a la nueva estación pero ahora los tiempos no parecen propicios para la poesía, al menos en su vertiente más lírica. No obstante, hay que combatir esa tendencia. Por eso voy a publicar una copla de amor, de esas que muchos consideran "demodées" pero que siguen acudiendo, puntuales, a la cita primaveral.



Para tu amor he nacido
para el beso de tu boca
para la luz de tus ojos
para ser siempre tu sombra.

(Publicado en Heraldo de Aragón 28.3.09)

Alberto Serrrano Dolader, es mi compañero en esta página y buen amigo, desde hace años. Caspolino ejerciente, periodista ilustre y hombre bueno donde los haya, tiene una extensa trayectoria en televisión, prensa y radio, además de numerosas e interesantes obras publicadas ( Historias fantásticas del viejo Aragón, Guía mágica de la provincia de Teruel, Tesoros ocultos y riquezas imaginarias de Zaragoza, El libro de los dragones aragoneses…) y otras muchas relacionadas con su querido Caspe. Junto a Antonio Barceló, mantiene una interesante página web (Caspe, cuatro esquinas) donde se cuentan la vida y milagros de la ciudad del Compromiso. De ahí extraemos esta bonita copla de José Mª Ferrer (el recordado“Gustavo Adolfo”). MAYUSTA.


Al pasar el tren por Caspe
vi una baturra tan maja
que otro nuevo "compromiso"
levanta con su mirada.

(Publicado en Heraldo de Aragón 22 marzo 2009)

Un buen ejemplo de la innegable raíz popular de muchas de las coplas aragonesas, lo constituyen las de un hombre sencillo del pueblo: Domingo Langa Soler. Nacido en 1923 en Morata de Jiloca, Domingo, que afirmaba ser ateo, compuso una hermosa copla a la Virgen de su pueblo. Su hijo , José María, profesor de secundaria, nos cuenta esta historia: “Mi padre decía no ser creyente, jamás iba a misa, pero acudía siempre a la iglesia a los entierros…Su pasión era el trabajo de su campo y, allí, le gustaba inventar y cantar sus propias jotas que se hacía acompañar por mí a la guitarra, y hasta grabó algunas en un viejo cassette...En uno de los muchos años de sequía en el Bajo Jiloca, compuso esta copla…”



Virgencica de Alcarraz
tú que eres tan milagrera
haz que caiga una tronada
para regar la ribera.

(Publicado en Heraldo de Aragón, 15 de marzo de 2009)

María Ángeles Naval (Peralta de Alcolea. Huesca) es profesora titular de Literatura Española en nuestra Universidad. Ha publicado numerosos trabajos, uno de los cuales “El sentimiento apócrifo (Un estudio del cantar literario en Aragón, 1880-1900)” editado por la Institución Fernando el Católico en 1990, es un exhaustivo y documentado estudio sobre los cantares literarios creados en Aragón, y fundamentalmente en Zaragoza, en esa época. Lo recomendamos a quienes quieran conocer esta faceta de la poesía popular, de su revalorización como hecho ideológico y cultural y de la derivación tras la extinción de la estética del cantar hacia la copla de jota.
Este cantar es de Manuel P. De Aranda, publicado en “La Derecha” en 1882.



Extraña a mi madre el ver
mis ojos siempre cerrados;
no sabe que así consigo
tenerte siempre a mi lado.

(Publicado en Heraldo de Aragón, 8 de marzo de 2009)