viernes, 10 de enero de 2020




Tal vez nos conviene a todos
creer en los Reyes Magos
y que la mula y el buey
aún siguen en el establo.

Mañana es el día de los Reyes Magos. A pesar de la competencia de Papá Noel y de los complicados tiempos que corren, muchos niños -y no tan niños- tendrán, al despertar, la ilusión de ver qué les han “traído” Sus Majestades y comprobar si se han realizado sus deseos. Es una tradición arraigada y que, a quienes ya somos abuelos, nos trae el recuerdo de aquellos tiempos en blanco y negro, cuando un modesto juguete de la tienda de Quiteria Martín, en la calle Mayor, valía para todo el año. Asombro causa ver cómo los más pequeños creen en una "magia" que los mayores, intentamos mantener como una más de las trradiciones que, sin embargo, van cediendo terreno a costumbres de importación que generan más consumo.




El viento de Zaragoza
tiene malas intenciones,
que se lleva los sombreros,
las capas y los amores.

Saben convivir bien en nuestras coplas la sensibilidad literaria y la percepción de lo aragonés y ello caracteriza a la mayoría de las jotas que escuchamos. Así ocurre con las compuestas por el ilustre escritor y periodista aragonés Luis Royo Villanova (Zaragoza 1867-Madrid 1900) cuya memoria honra una calle en Zaragoza y que volvemos a recordar también a nuestros queridos lectores. Fue redactor-jefe de “Blanco y Negro” desde 1893 publicando innumerables artículos en la difícil época de la agonía del imperio colonial. Popular autor de versos -“Manchas de tinta”- que en su época merecieron fama y aplauso, en sus hermosas cantas supo compaginar delicadamente los aspectos que señalamos al principio. Esta, una de las más conocidas, es buena muestra de ello.



De tal manera te amo
que aunque me hiriera la muerte
no me matara del todo
por no dejar de quererte.

La buena copla se convierte en un breve y hermoso poema lírico cuando está inspirada en uno de los sentimientos más nobles que mueven el mundo: el amor. En esta civilización cada vez más dominada por seres humanos con corazón de caja registradora, juegos de ordenador que ensalzan la violencia o simplemente anulan la capacidad de raciocinio en buena medida y, desde luego, el tiempo que debiera dedicarse a la lectura, es posible que no veamos muy claro el porvenir de la poesía lírica. Sin embargo se detectan cada vez más movimientos de jóvenes poetas que – unos sí y otros no- caminan los senderos del buen hacer poético. El intento es lo que importa y de la cantidad se decantará la calidad, la permanencia, en tiempos en los que es tan necesaria la Poesía.



Entornó lenta sus ojos,
lanzó un suspiro muy suave
y en mi noche comenzó
a deshacerse su tarde.

En la copla, nuestro genuino micropoema, encontramos muchos poetas una perfecta manera de expresar sentimientos de amor, dolor, nostalgia, reivindicación y tantos otros como conforman el mundo poético. En español, la forma estrófica de la copla de arte menor, tiene una enorme tradición y ha sido escrita por prácticamente todos los famosos poetas que forman una nómina casi innumerable desde los inicios hasta la actualidad, en creciente importancia. Hoy, frente a los vanguardismos más o menos exitosos, la copla sigue firme, expresando concisamente los sentimientos del poeta. Como letra de jota hay muestras muy hermosas, y nada tópicas, que cada vez van incrementando los repertorios de nuestros cantadores. Hoy os ofrezco una mía, ya veterana.


HERALDO DE ARAGÓN, 5,12,19,26 de enero de 2020