Tal
vez nos conviene a todos
creer
en los Reyes Magos
y
que la mula y el buey
aún
siguen en el establo.
Mañana es
el día de los Reyes Magos. A pesar de la competencia de Papá Noel
y de los complicados tiempos que corren, muchos niños -y no tan
niños- tendrán, al despertar, la ilusión de ver qué les han
“traído” Sus Majestades y comprobar si se han realizado sus
deseos. Es una tradición arraigada y que, a quienes ya somos
abuelos, nos trae el recuerdo de aquellos tiempos en blanco y negro,
cuando un modesto juguete de la tienda de Quiteria Martín, en la
calle Mayor, valía para todo el año. Asombro causa ver cómo los
más pequeños creen en una "magia" que los mayores,
intentamos mantener como una más de las trradiciones que, sin
embargo, van cediendo terreno a costumbres de importación que
generan más consumo.
El
viento de Zaragoza
tiene
malas intenciones,
que
se lleva los sombreros,
las
capas y los amores.
Saben convivir bien en nuestras coplas
la sensibilidad literaria y la percepción de lo aragonés y ello
caracteriza a la mayoría de las jotas que escuchamos. Así ocurre
con las compuestas por el ilustre escritor y periodista aragonés
Luis Royo Villanova (Zaragoza 1867-Madrid 1900) cuya memoria honra
una calle en Zaragoza y que volvemos a recordar también a nuestros
queridos lectores. Fue redactor-jefe de “Blanco y Negro” desde
1893 publicando innumerables artículos en la difícil época de la
agonía del imperio colonial. Popular autor de versos -“Manchas de
tinta”- que en su época merecieron fama y aplauso, en sus hermosas
cantas supo compaginar delicadamente los aspectos que señalamos al
principio. Esta, una de las más conocidas, es buena muestra de ello.
De tal manera te
amo
que aunque me hiriera la muerte
no me matara del todo
por no dejar de quererte.
no me matara del todo
por no dejar de quererte.
La buena copla se
convierte en un breve y hermoso poema lírico cuando está inspirada
en uno de los sentimientos más nobles que mueven el mundo: el amor.
En esta civilización cada vez más dominada por seres humanos con
corazón de caja registradora, juegos de ordenador que ensalzan la
violencia o simplemente anulan la capacidad de raciocinio en buena
medida y, desde luego, el tiempo que debiera dedicarse a la lectura,
es posible que no veamos muy claro el porvenir de la poesía lírica.
Sin embargo se detectan cada vez más movimientos de jóvenes poetas
que – unos sí y otros no- caminan los senderos del buen hacer
poético. El intento es lo que importa y de la cantidad se decantará
la calidad, la permanencia, en tiempos en los que es tan necesaria la
Poesía.
Entornó lenta sus ojos,
lanzó un suspiro muy suave
y en mi noche comenzó
a deshacerse su tarde.
En la copla, nuestro genuino micropoema, encontramos
muchos poetas una perfecta manera de expresar sentimientos de amor,
dolor, nostalgia, reivindicación y tantos otros como conforman el
mundo poético. En español, la forma estrófica de la copla de arte
menor, tiene una enorme tradición y ha sido escrita por
prácticamente todos los famosos poetas que forman una nómina casi
innumerable desde los inicios hasta la actualidad, en creciente
importancia. Hoy, frente a los vanguardismos más o menos exitosos,
la copla sigue firme, expresando concisamente los sentimientos del
poeta. Como letra de jota hay muestras muy hermosas, y nada tópicas,
que cada vez van incrementando los repertorios de nuestros
cantadores. Hoy os ofrezco una mía, ya veterana.
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