domingo, 30 de mayo de 2010





Soy, como dijo Sender,
un aragonés cabal,
que come pan, bebe vino
y que dice la verdad.



José Verón Gormaz (Calatayud 1946) se ha asomado ya varias veces a este Rincón, con diversas coplas de las que es reconocido compositor, y siempre es bien recibido el tantas veces galardonado poeta, fotógrafo, escritor, cronista oficial de Calatayud y, sobre todo, hombre bueno y amigo entrañable. Y es que Verón es una persona querida, embajador de su amado Calatayud, entusiasta de su tierra y hombre dedicado a crear belleza y a esparcirla entre quienes a él se acercan. Hoy nos ofrece una nueva copla, dedicada a ese otro aragonés universal, Ramón J. Sender, de quien el próximo año , concretamente el tres de febrero, se cumplen los cien de su nacimiento en Chalamera (Huesca). Se están preparando una serie de publicaciones y actos para honrar en su tierra, de la que estuvo ausente tantos años, a nuestro apasionante y apasionado escritor, cuya ingente obra puede que todavía no sea lo conocida que debiera en el Aragón que le vio nacer.

(Publicado en Heraldo de Aragón 30.5.10)

sábado, 22 de mayo de 2010





En el portal de su casa
una madre desespera
porque su hija La Esperanza
se marchó una primavera.




En mis cada vez más frecuentes andanzas por las tertulias poéticas de la Villa y Corte, he topado con gentes muy diversas que, finalmente, se han convertido en buenos amigos. Es el caso de Luis Suárez y Aberasturi, que se hace llamar “El Poeta Pijo”. Madrileño de 1951, es licenciado en Derecho y Dirección de Empresas por ICADE y segun sus propias palabras “su poesía se centra en la persona y muy especialmente, en la mujer. Una buena parte de ellas son autobiográficas y contienen claves de complicidad que sólo la persona para la que fueron escritas conoce” y dice ser “un heterodoxo que está encantado de serlo, sobre todo cuando aprecia que su poesía ha provocado alguna emoción en quien la escucha o lee”.Tiene escritos un libro de relatos, dos novelas y varios poemarios y pertenece a diversas tertulias poéticas , entre ellas a “Versos pintados” del Café Gijón, donde le solicité una copla, que me remite y publico con mucho gusto...

(Publicado en Heraldo de Aragón 23.5.2010)


sábado, 15 de mayo de 2010




Las tortas que tú nos eches
han de estar azucaradas,
si en el zucrero no tienes
les das una laminada.



Guillermo Fatás me hace llegar una interesante información acerca de la edición por el Museo Pedagógico de Aragón (Huesca) de un librito sobre Ramón Acín Aquilué(“Ramón Acín y la Junta de Ampliación de Estudios”) en el que –me dice- “hay una ilustración que reproduce un dibujo artístico de Ramón, dedicado a su esposa, Concha Monrás. Y se puede leer una copla en la que, aunque de forma un poco ruda, se alude a la dulzura de su boca. Parece como si al ir de ronda, la mujer tuviera que echar tortas al hombre desde el balcón”. En la misma publicación aparecen otras dos coplas de significado más particular, no comprensibles sin conocer quién era su mujer. En opinión del Profesor, parece que ha de considerarse a Ramón Acín mejor dibujante que coplista, aunque es evidente que finge una especie de lenguaje campesino poco verosímil, pero como el personaje es famoso y el dador de la copla, también, ahí queda para regocijo de los amables lectores del “Rincón”

(Publicado en Heraldo de Aragón 16.5.2010)

lunes, 10 de mayo de 2010



ARTÍCULO DE PEPE MELERO SOBRE LA JOTA
SOBRE LA JOTA Y ALGUNAS IMPUREZAS*

Yo vi ganar a José Iranzo “El Pastor de Andorra” el Certamen de 1974. Este año se cumple por tanto mi trigésimo Certamen y ya casi me he convertido en eso que suele llamarse “un viejo aficionado”. Durante muchos años he tenido que sufrir las finas ironías de algunos de mis amigos por mi insobornable afición a la jota, pues no eran pocos los que pensaban que ésta era algo del pasado, que sintonizaba y simpatizaba en exceso con los aires marciales de un régimen político que siempre vio en ella el canto de una raza, y que en realidad no era sino un vehículo de transmisión política que siempre apuntaba hacia una única dirección: la derecha, naturalmente.
¿Tenían razón mis amigos? Durante muchos años creo sinceramente que sí. Sólo un aragonesismo a prueba de bombas como el mío pudo resistir tanta zafiedad durante tanto tiempo. Todavía en los años 80 y 90 se seguían cantando sin rubor alguno coplas escritas en la guerra civil por simpatizantes del bando vencedor, como algunas de Abad Tárdez. El más rancio nacionalismo español había encontrado en la jota campo abonado y durante años y años tuve que sufrir cantas que hubieran servido de broche de oro a cualquier mitin de Queipo de Llano (o de Rodríguez Ibarra hoy, que en todos los sitios cuecen habas): “Todos los aragoneses/ al gritar Viva mi tierra/ no dicen Viva Aragón/ dicen Viva España entera” o “Quien oyendo un Viva España/ con un Viva no responde;/ si es hombre no español/ y si es español no es hombre”, que se deben al estro inflamado de Luis Sanz Ferrer (Cantas y... “Cantos”, 1923). El mal gusto y las coplas o cantas reaccionarias eran también habituales: “Si te pega tu marido/ no te debes enfadar/ te pega porque te quiere/ porque te quiere pegar” o “Los hombres y las mujeres/ visten con extravagancia/ y ya no hay quien los distinga/ ni a dos metros de distancia”. Y los tópicos habituales de los Amantes, Agustina, etc, estaban a la orden del día. Además la jota era confesional y la sobreabundancia de coplas religiosas ponía de manifiesto, un día sí y otro también, que el laicismo no había llegado al mundo de la jota. Todos hemos oído miles de veces la canta de “La que más altares tiene”, y nunca, ni una sola vez, oí en el Principal una copla también tradicional como ésta: ”Si vas a Misa por verme/ no vayas a la mayor/ ni tampoco a la primera/ porque a Misa no voy yo”.
Me dirán ustedes que por qué acepté entonces sufrir tanto. Pues porque sabía que la jota era mucho más que eso, que los estilos históricos que cantaron nuestros abuelos y bisabuelos sólo estaban esperando que se abandonaran esas coplas y se recuperaran las tradicionales para volver a brillar de nuevo, y que una época histórica sombría como fue el franquismo no podía acabar con lo que era el canto tradicional por excelencia del pueblo llano aragonés. La jota había sido siempre algo auténticamente popular y estaba convencido de que el tiempo volvería a poner las cosas en su sitio, que si algún sentido tenía la jota como manifestación popular ése era el de unir a todo un pueblo, y que si aspiraba a representar a Aragón en su conjunto acabaría obligatoriamente dejando de lado todo aquello que pudiera ser motivo de disensión. Para eso era necesario renovar las coplas y también volver a cantar las más tradicionales, aquellas que pudieran gustar y emocionar a los aragoneses de cualquier condición, sin distinción de clases ni ideologías: pensemos en rondaderas como la de Mainar o el estilo Baldomero, en bellísimas coplas de amor como la que suele cantarse con el estilo “de la del albañil”: “Baturrica, baturrica/ yo te llamo, yo te llamo/ que no tardes, que no tardes/ que me acabo, que me acabo”, en el estilo Calatayud: “Derecha te estás criando/ como las cañas del trigo/ aquí te estoy aguardando/ para casarme contigo”, en el estilo de la Parra, en el estilo de la fiera (“No tires piedras, cobarde”), en el de la fiera antigua, en la enredadera que inmortalizó Cecilio Navarro, en las clásicas femateras y trilladoras, o en las coplas de humor aragonés que aquí tanto gustan: “Cuando se murió mi madre/ dijo una verdad mi abuela/ si este chico tiene suerte/ vivirá hasta que se muera”.
Hoy se han limpiado ya muchas impurezas y el Ayuntamiento ha incluido por fin en las bases del Certamen “que se valorará especialmente la recuperación de cantas o coplas aragonesas hoy olvidadas entre los cancioneros aragoneses antiguos”. Y cada vez se oye cantar más esta copla: “Canto a la espiga del trigo/ canto al campo, canto al aire/ y canto a la libertad/ como no le cantó nadie”. Y es que el que resiste, gana.

José Luis Melero Rivas

*Este artículo ha aparecido en la revista "Qriterio", en su número 20, del 15 de octubre. Y es de nuestro erudito, y sin embargo inmenso amigo, Pepe Melero, "El hombre que oía jotas a las seis".

(Del Blog de Antón Castro 16.10.2004. Lo bueno, jamás envejece...)

domingo, 9 de mayo de 2010





Yo remé entre las pupilas,
patera rota de sueños,
durmiendo miradas nuevas…
playas de frío y de miedo



Francisco J. Picón Caro es un poeta nacido en Madrid en 1964 y afincado en nuestra ciudad desde los dos años, por lo que se considera –y le consideramos- zaragozano a todos los efectos.Es persona activa que se dedica a la animación socio-cultural dentro de los servicios del Ayuntamiento cesaraugustano y ha dirigido la revista “Circulo” del Club Social de los empleados municipales. Actualmente es vicepresidente de la Asociación de Escritores Noveles Miguel de Cervantes, que desarrolla una interesante labor editorial y de promoción de nuevos valores. Ha publicado varios poemarios y prepara alguno más, así como una novela. En resumen, Fran Picón es un escritor inquieto y trabajador que, tanto dentro de las asociaciones con las que colabora, como en sus trabajos individuales nos muestra una creciente inquietud por hacerse un hueco en el panorama literario de su tierra. Hoy publicamos una copla que ha compuesto para este “Rincón” dominical.

(Publicado en Heraldo de Aragón 9.5.2010)

domingo, 2 de mayo de 2010






Hace la jota un milagro
que no tiene parangón:
si se oye fuera de España
goza y sufre el corazón.




“L.Gil Romeu”, seudónimo bajo el que presumo se encuentra el nombre de un notable personaje aragonés, que prefiere quedar oculto, me envía esta copla para el “Rincón”. Los temas más utilizados en la copla de jota aragonesa han sido el paisaje y la tierra de Aragón, el Ebro, el Pilar y los distintos sentimientos de las gentes que la habitan. Pobladores desde el Oroel al Moncayo, tan diferentes como el paisaje y con tanta riqueza en su diversidad, han protagonizado las numerosas variantes de nuestro folclore más difundido. La jota, hoy, se sitúa como el canto y baile más emblemático de Aragón y en los últimos tiempos parece renovarse y evolucionar con lentitud, pero con firmeza, gracias a la labor de jóvenes investigadores. Desde aquí invitamos a los lectores a conocer en profundidad la variedad y riqueza de nuestra nueva jota tan injustamente denostada, tal vez por la reticencia de algunos a una renovación y progreso tan necesarios.

(Publicado en Heraldo de Aragón 2.5.2010)