miércoles, 19 de septiembre de 2018

Coplas Heraldo de Aragón. Septiembre 2018






Siempre ocurre con la copla,
cuando la escribe un poeta:
de cuatro versos sencillos
surge un hermoso poema...

Comienza un nuevo curso y con él vuelven, como en un ciclo, todos los acontecimientos cotidianos. Los pequeños con sus libros nuevos; los mayores apretando el paso -y la tarjeta de crédito- para cubrir gastos. Las Fiestas del Pilar en puertas, con el bullicio, la música y los espectáculos diversos que apurarán aún más nuestro bolsillo... Todo se pone en marcha y el Rincón de la copla, que se acerca a su vigésimo aniversario paso a paso, semana tras semana, fiel a sus amables lectores, haciendo que revivan las cuartetas famosas o creando otras nuevas que puedan recorrer caminos. La copla, genuinamente nuestra, tan honrada por los mejores poetas como popularizada por los anónimos, sigue viva y vigente. Gracias, queridos amigos por seguir leyendo estos micropoemas: las coplas.
(H. de A. 2.9.18)



No cantes más la Africana
vente conmigo a Aragón
y alli la jota, que nes grande
nos cantaremos los dos.

La jota ha estado muy presente en la zarzuela e incluso ha prevalecido sobre muchas de ellas que la incluían. “El dúo de la africana” es una obra de Echagaray y Caballero que se estrenó en el Teatro Apolo de Madrid en 1893 y ha tenido un exitoso recorrido. Al respecto, quien quiera información más detallada, puede consultar en la Red la página de Diego Emilio Fernández Álvarez donde, con gran cariño y erudición hace un exhaustivo estudio de numerosas zarzuelas. Con respecto a la que hoy comentamos fue histórica la actuación de nuestra inolvidable Pilar Lorengar y Plácido Domingo en Salzburgo allá por 1985, interpretando el famoso “Dúo”. Dos aragoneses de nacimiento y de sangre que levantaron a un público entregado hace ya treinta y muchos años. Plácido lo sigue haciendo...
(H. de A. 9.9.18)



Palomica aragonesa
no dejes tu palomar
que te harán volver de lejos
las campanas del Pilar.

Esta jota abre la representacón de “Los de Aragón”, zarzuela de ambiente aragonés del maestro valenciano de Sueca , José Serrano, con libreto de Juan José Lorente, de Villarroya de la Sierra y, por tanto, paisano del buen tenor aragonés Bernabé Martí, esposo de Montserrat Caballé. Ya lo dije hace años en una copla, que repito: “En Villarroya la jota/ se canta siempre de pié/ dicen que por gran respeto / a Lorente y Bernabé”. La obra se estrenó en Madrid en 1927 en el Teatro Centro y hasta tuvo una adaptación al cine por Joan Parellada en 1940. Alfredo Kraus y Plácido Domingo han hecho grandes interpretaciones de esta obra que esperamos ver alguna vez (¡qué dificil!) en nuestros escenarios.
(H. de A. 16.9.18)


La roca fría del Calvario
se oculta en negra nube.
Por un sendero solitario
la Virgen Madre sube...

La Dolorosa, es también una zarzuela del dúo que formaron el maestro José Serrano y el libretista aragonés Juan José Lorente. Se estrenó en el valenciano Teatro Apolo en 1930 y se trata de una obra de ambiente tipicamente aragonés, con páginas de gran belleza y dramatismo. El compositor había perdido un hijo poco tiempo antes y esta circunstancia dolorosa se refleja en la grandeza de la obra. Hay varias grabaciones interesantes que se pueden escuchar en la Red. Es muy notoria la interpretación que del protagonista, Rafael -pintor metido a monje y presa de una pasión amorosa que cambiará su vida- hizo el inolvidable Alfredo Kraus. Traemos a estas lineas el inicio de la romanza más conocida de la zarzuela.
(H. de A. 23.9.18)


 
El amor que me juraste
acabas de traicionar,
y es tanto lo que te quiero
que te quiero perdonar.

El divo, zarzuela en tres actos de Fernando Díaz Giles con libreto de Pedro Galán y Luis Torres, comienza con esta jota, aunque es más conocida por la famosa canción “Soy de Aragón” que inmortalizó el barítono Marcos Redondo, cordobés de Pozoblanco, que aun triunfando como cantante de ópera, se dedicó a la zarzuela (llegó a interpretar más de trescientas en un año) y que popularizó el género en la primera mitad del pasado siglo. Se estrenó en octubre de 1942 en el Teatro Nuevo barcelonés y su argumento guarda una cierta relación con la vida de Miguel Fleta, fallecido unos años antes apenas cumplidos los cuarenta años.
(H. de A. 30.9.18)






lunes, 3 de septiembre de 2018