lunes, 11 de marzo de 2013

Te quiero porque te quiero
y tú sabes que es verdad;
que en el amor no hay razones
porque el amor es...amar.



Son cuatro versos, treinta y dos sílabas: solamente eso, una copla. Pero esta copla y parecidas es muy posible que rindan más de un corazón. Y es que, como decía el poeta Gabriel Celaya ya en mil novecientos cincuenta y cinco y cantó el querido Paco Ibañez unos años después, la poesía es un arma cargada de futuro, sí, pero además de futuro, su carga puede ser de esperanza, reivindicación, dolor, y sobre todo amor, que desde tiempos inmemoriales ha sido vehículo de expresión de bellos pensamientos que los amantes se dispensan. Nunca morirá la poesía amorosa, por mucho que algunas “vanguardias” la detesten. Y como va llegando la primavera, que es tiempo de amor y de poetas, ahí queda esa razonable sinrazón del amor, que matiza los malos momentos de la vida.

(Heraldo de Aragón. Rincón de la copla 10.3.13)

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