Están clavadas dos cruces
en el Monte del Olvido
por dos amores que han
muerto
que son el tuyo y el
mío...
Carmelo Larrea (Bilbao, 1908- Madrid,
1980) compuso -entre otras muchas famosas- esta canción, (Dos
cruces) una de las más populares de la músca de posguerra española
y que inicialmente tituló Soledad. Se han hecho más de ochenta
versiones, siendo traducida a numerosas lenguas extranjeras, y
también ha sido banda sonora de cinco películas. Se ha
interpretado, entre otros, por María Dolores Pradera, Miguel de
Molina, Los Sabandeños, Antonio Molina, Juanito Segarra, Los
Panchos... Larrea fue un inspiradísimo compositor popular y traemos
aquí un fragmento de esta popularísima “Dos cruces”, cuyo
sentido ha sido tantas veces emulado por numerosos poetas en alguno
de sus versos. Siempre los dos amores, “el tuyo y el mío”,
navegando por el mar del éxtasis, los celos, el olvido. Ay, el amor
o su ausencia, el desamor, motor constante de nuestras vidas...
Mi querer y tu querer
son dos quereres en uno;
y siempre estamos riñendo
por si es mío por si es tuyo.
Augusto Ferrán, nace y muere en Madrid
(1835-1880).Tiene ascendencia aragonesa y catalana. Vivió bastante
tiempo en París y fue amigo de Gustavo Adolfo Bécquer, con quien
posee grandes puntos de coincidencia en su obra. La poesía de Ferrán
es afín a la del maestro sevillano y muestra gran influencia de la
poesía popular andaluza. Cantares populares y originales se
reproducen en su libro “La Soledad” (1861), que contiene hermosas
coplas, que tratan del amor, la soledad, el paso del tiempo, las
diferencias de clases y hasta la angustia existencial. Hoy, y
siguiendo con el muy utilizado tema de los dos corazones, el amor (el
tuyo y el mío), el olvido y todo lo demás, nos aparece la copla de
Ferrán, ya publicada hace siglo y medio y que traemos al Ríncón
No
quiere morir la tarde
y enseña sus flores blancas
pero al mirarse en un pozo
estrellas y luna mandan.
y enseña sus flores blancas
pero al mirarse en un pozo
estrellas y luna mandan.
Juana Vázquez Marín, extremeña de
Salvaleón (Badajoz), reside desde sus tiempos de estudiante en
Madrid, donde ha desarollado su vida y carrera. Es doctora en
Filología y licenciada en Periodismo, catedrática de literatura y
excelente y reconocida poeta , novelista y ensayista. Autora
infatigable, tiene gran actividad en los círculos literarios
madrileños y entre su extensa obra destaca el ensayo “El Madrid
cotidiano del Siglo XVIII”, un interesante trabajo sobre la
sociedad y la vida de la época en la capital de España que aporta
una abundante documentación y anecdotario y ha sido reeditado
recientemente. Amiga nuestra, le pedimos una copla y he aquí una,
micropema para ejemplo de la versatilidad de nuestra bella estrofa.
Qué genialidad, qué
empaque
qué grandes estos poetas
que hacen arte de la copla
y de la amistad, poema.
Hoy voy a confesarles un pequeño
secreto. Varios amigos de aquí y de allá, poetas consagrados y
laureados, no hacen remilgos a la composición de coplas y romances
y, como buen ejercicio, hasta se comunican por escrito en
octosílabos, para solaz y regocijo de ellos mismos. Es costumbre
inveterada y saludable, que agudiza el ingenio y ha sido, muchas
veces y en diversas épocas, puesta en práctica por grupos de amigos
especialmente relacionados con el verso. La copla es, pues, excelente
vehículo de comunicación y sano ejercicio de lenguaje, al par que
divertimento en muchos casos. Ante la invasión de fórmulas poéticas
y palabras foráneas, rompemos una lanza, como desde hace tantos
años, por la preservación de una de nuestras bellas y tradicionales
estrofas.
A
comer y buena siesta
que
es cosa muy natural,
como
dijo don Camilo,
con
pijama y orinal.
Y termina, con el mes de junio, la
temporada y el curso escolar. Comienzo de vacaciones, ilusión en los
más pequeños y estrés en los mayores, padres y madres, cuando se
abre una época de convivencia más intensa y, por ello, más
arriesgada para las relaciones familiares. Una vez conseguido el
merecido asueto, disfrutemos y hagamos de las vacaciones un tiempo de
reflexión, descanso , paseos y, por qué no, lectura. Vayan bien
provistos de buenos libros y, si es posible, uno de ellos de
poesía... Que el verano les sea propicio, amigos de este Rincón, y
aquí les ofrecemos una desenfadada copla basada en un famoso dicho
de nuestro Premio Nobel, Camilo José Cela, y que también incluía
un Padrenuestro, que lo sepan...
(Heraldo de Aragón, 2,9,16,,23,30 junio 2019)
No hay comentarios:
Publicar un comentario