entre
tu casa y la mía;
para
qué quiero más luces
si ya tengo tus pupilas.
si ya tengo tus pupilas.
Antonio
Capilla Loma, sevillano de nacimiento, reside desde su infancia en
Madrid, donde ha
desarrolado su actividad docente y literaria. Ha
sido profesor en la especialidad de lengua y literatura
españolas.
Preedominan en su obra poética las formas tradicionales con especial
atención a la poesía
popular española
.
Tiene
publicados sus trabajos en numerosas revistas literarias (Imán,
Alambique, Álora la bien cercada,
,
Arte Fénix, Escritores en Red,
Antología de los Viernes Sarmiento, Repoelas, Aquarellen, Poetas
para
el siglo XXI, etc. ) y también en obra individual durante los
últimos veinte años (Y el corazón al viento,
Viento del sur, El
fuego en la palabra, El águila de fuego con las alas del tiempo,
Lúa, Piedra de la honda,
Hacia la luz...)
Me
dijiste una mañana
que
nunca me olvidarías.
Hoy,
revuelvo mis recuerdos.
¡Qué
cosas tiene la vida!
Belén
Gonzalvo nació y reside en Zaragoza. Como bisnieta de Cecilio
Navarro, sus nanas fueron las jotas del “abuelito”, además del
cantar de Miguel Fleta. Trabaja en el ámbito de la discapacidad con
jóvenes. Ha publicado ensayos en revistas científicas y de
divulgación sobre psicología, diversidad funcional y literatura.
Imparte conferencias sobre estos temas.
Como
escritora, ha publicado novela y relatos. Ha participado en varias
antologías con relatos y poemas. Ha epilogado, prologado e ilustrado
varios libros de otros escritores. Colabora con ensayos y relatos en
varias revistas. Ha participado en varias exposiciones colectivas de
pintura e incluido portadas en libros con cuadros y fotografías
suyos.
Vivirá
siempre la fama
de
Marcilla e Isabel:
¡el
amor inmortaliza
a
los que mueren por él!
Carmen
de Burgos y Segui, fue una periodista, escritora y activista de los
derechos de la mujer en su época. Firmaba con el seudónimo de
“Colombine”
y
también con otros seudónimos como «Gabriel Luna», «Perico el de
los Palotes», «Raquel», «Honorine» o «Marianela».
Nació
en Rodalquilar, Almería en 1867 y murió en Madrid en 1931. Es
considerada una de las primeras mujeres en defender el papel femenino
en la vida social y en la literatura.
Trabajó
en el Diario Universal siendo la primera redactora de periódico y
colaboró en el Heraldo. Como primera mujer corresponsal de guerra
cubrió la tragedia de Marruecos. Se destacó sobre todo en el
movimiento femenino y de ella es esta copla que dedicó a los Amantes
de Teruel.
Si
una mujer caspolina
te mira bien frente a frente
o te tienes que casar
o la recordarás siempre.
o te tienes que casar
o la recordarás siempre.
La copla como letra para jota aragonesa (cantica o
canta), tiene una larga tradición popular en nuestros pueblos y
muchos autores, la mayoría desconocidos, han compuesto letras que se
han inmortalizado y constituyen un patrimonio que merece la pena
rescatar y conservar. Esta que publicamos hoy, enviada por nuestro
compañero de página Alberto Serrano, pertenece a una colección de
coplas premiadas en el concurso de coplas organizado por el
Ayuntamiento de Caspe en las fiestas de agosto de 1946. Curiosidad
notable, pues son casi setenta y cinco años los que tiene esta canta
que todavía de interpreta ocasionalmente. La autoría ( o tal vez su
rescate del olvido) pertenece a Carmen Repollés Ríos ( 1899-1985)
melómana y ávida lectora de libros.
¿Qué
me copiaste en ti,/
que cuando falta en mí /
la imajen de la cima, /
corro a mirarme en ti?
la imajen de la cima, /
corro a mirarme en ti?
Juan
Ramón Jiménez (1881-1958), dejó una ingente obra en versos
de arte menor inéditos. Con este título, “Arte Menor”, se
publicó (Ed. Linteo) en 2011 un precioso volumen que recoge, con
edición crítica, introducción y notas de José Antonio Expósito
Hernández, numerosos poemas, creados en 1909 y que no habían visto
la luz. Cinco partes componen el libro, bellamente editado:
Cancioncillas, El jardinero sentimental, Quinta cuerda, Música en la
sombra y Los rincones plácidos. En ellas y a través de ciento
cuarenta y dos poemas se va desgranando la especial sensibilidad y
exquisitez del poeta moguereño, Premio Nobel de Literatura en 1956 y
que con esos breves versos -que intentó publicar, sin éxito, en su
tiempo- construye un delicado monumento a la mejor Poesía. La forma
sencilla, también puede ser un gran poema.
(Heraldo de Aragón, marzo 2020)
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