domingo, 1 de noviembre de 2020

Rincón de la copla. Octubre 2020.

 Con el corazón abierto

ayer me acerqué a tu reja

y la cerraste deprisa

sin asomarte siquiera.

 

La copla es un vehículo poético ideal para expresar sentimientos directos con brevedad y, entre ellos, los amorosos. Las penas del amor, el ansia del amado, la espera, el desamor, el olvido, el engaño y tantos otros, han servido y sirven de tema a estas composiciones inmortales a las que se unen la soleá y la seguidilla, tan bellas como la copla y tan arraigadas en la poesía española. Una imagen hecha palabras es la que en esta copla de hoy expresa tanto el ansia amorosa del amante como el desdén, bien por indiferencia o por estrategia para aumentar el interés del pretendiente. Hoy ya no hay rejas donde rondar, pero los sentimientos y las acciones siguen teniendo parecidas formas. Ay, el amor...




Pilar es símbolo y nombre

de fe, constancia y piedad

y fortaleza de un pueblo

sin límites para amar.


Mañana, doce de octubre, Día del Pilar, es Fiesta Nacional y, claro, el día grande de Zaragoza. Como todos los años, el alma de los aragoneses se ilusiona y su Fiesta trasciende a todos los ámbitos. Este año, tan señalado y difícil, nos vamos a sentir todos un poco menos cerca físicamente, pero siempre unidos por el corazón, por esos sentimientos que nos emocionan desde niños y que transmitimos de generación en generación, y deseando que tiempos mejores, que vendrán, nos traigan la plena alegría de las Fiestas del Pilar, con las calles rebosantes, los ríos de flores y jotas, la música y las gentes alegres y bulliciosas llenando todo. Los aragoneses lo merecemos. Zaragoza también. ¡Vivan las Fiestas del Pilar!




Llorar por los que se fueron

en silencio y soledad

y luchar porque los vivos

no lo olvidemos jamás.

Sobra decir que 2020, este año terrible de cifra tan redonda, pasará a la Historia como el de la catástrofe sanitaria -y consecuentemente económica y social- más grave de los últimos cien años. Una ola mortífera se ha extendido por nuestro mundo y ha destruído vidas y esperanzas, poniendo de relieve la enorme debilidad del ser humano, que tantas veces se cree el centro del universo, imbatible en su superioridad intelectual y socialmente cada vez menos solidario con sus semejantes y con el mundo que habita. Reflexiones muy serias se imponen a partir de ahora y esperemos que sean efectivas. No es la menor un interés mayor por el intento de crear un futuro mejor para todos. Palabras que, por repetidas, no debieran olvidarse jamás.


 

Qué gran fortuna he tenido

de amar siempre sin medida

sin haber nada pedido...


Esta semana nos salimos de la forma de la tradicional copla, para dar cabida a una de las más hermosas formas estróficas populares de la poesía española, que tiene muchas: La soleá. Esta estrofa de tres octosílabos que riman primero y tercero es propia de la lírica popular andaluza y tiene una variante, la "soleariya" de distinta medida, con el primer verso y tercero hexasílabos rimando y un segundo de diez o doce sílabas. En fin, lo que pretendemos es resaltar la enorme riqueza de nuestra poesía tradicional, sin necesidad de acudir a modas más o menos foráneas. La soleá tiene forma cantada en el rico folclore andaluz y este ejemplo, de cosecha propia, sigue la temática de soledad y desengaño, frecuente en esta estrofa. 

 

Heraldo de Aragón 4,11,18.25 Oct. 2020

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