En amor son los suspiros
tímidos brotes del viento,
brisa que alienta pasiones
o nostalgia de recuerdos.
En los clavos de tu puerta
se me queda el corazón;
levántate muy temprano
que no lo marchite el sol.
El primer amor que tuve
se me llevó el corazón;
no hay amor como el primero
que se lleva lo mejor.
Hace más de una década, Mercedes Souto Silva y Alberto Turón Lanuza, docentes e investigadores, reeditaron el "Cancionero popular turolense" de Severiano Doporto, escritor, periodista e historiador nacido en Madrid y con vinculación afectiva con Aragón y publicado por vez primera en 1900. Cuidadosa y ampliada con estudios complementarios, esta obra realza y valora la interesante edición original en la que el autor recogió, como su título indica, cantares de muy diversos temas y procedencia recogidos "de boca del pueblo en la ciudad de Teruel". En él se recogen casi mil cuatrocientas coplas además de un vocabulario y un índice clasificatorio "por asuntos, tendencias,formas, orígenes y comarcas". Reedición muy interesante sobre nuesta copla popular.
No corté más que una rosa
en el jardín del amor;
con lo bonita que era
¡qué pronto se marchitó!
Estos versos pertenecen a la "Romanza de Ascensión" de la mítica zarzuela "La del manojo de rosas", con música de Pablo Sorozábal y letra de Anselmo Carreño y Ramos de Castro. Esta obra, una de las cumbres del género lírico español, se estrenó en el Teatro Fuencarral el trece de noviembre de mil novecientos treinta y cuatro con un éxito que ha seguido desde entonces hasta las últimas representaciones en el Teatro de la Zarzuela a finales de dos mil veinte y nada menos que con la soprano zaragozana Ruth Iniesta y el barítono Carlos Álvarez en el primer reparto. Merece la pena escuchar y disfrutar de la música y letra de estas obras por desgracia tan desconocidas hoy para las nuevas generaciones y que son parte fundamental de nuestro patrimonio musical.
Somos
destellos de luz
que en un instante se pierden,
pero el amor
verdadero
sobre la luz prevalece.
Coplas de amor, coplas llenas de sentimientos que nunca pasan de moda, aunque a diversos poetas de vanguardias varias les parezca que el amor, en poesía, no es sino un resto de romanticismo trasnochado y epígono becqueriano. Pero lo cierto es que siempre que haya dos personas cautivas del amor –o del enamoramiento, que no suele ser lo mismo– habrá poesía y su expresión será desarrollada en cualquiera de las formas que la contienen. Y una de las formas estróficas llenas de belleza es la copla, nuestra genuina expresión poética, inmortal, renovada y revitalizada con las nuevas aportaciones que periódicamente le acarrean los poetas, los coplistas (nunca esta expresión ha sido tan digna y bella) y quienes las leen, las cantan y las publican.
Heraldo de Aragón, 3,10,17,24,31 jul.2022
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