Si jotas de amor te canto,
escúchalas con amor,
que también la jota sabe
arrullar el corazón.
Llega, como de puntillas y en silencio, este noviembre que tiene su refrán, más bien perorativo, como diciéndole que pase rápido por ser muy oscuro y aburrido: "Dichoso mes / que empieza en Todos los Santos / y acaba con San Andrés". Naturalmente ese "dichoso" se aplica en las acepciones de la RAE como desventurado, malhadado, enfadoso, molesto... Y es que entre visitas a cementerios, evocaciones y lecturas de las andanzas del inmortal, don Juan Tenorio (el pobre arrinconado últimamente por las modas del jalogüin) el cambio de hora y los temores fundados al rodillo consumista navideño hacen especialmente largo este "dichoso" mes. Por eso vamos a empezarlo con una optimista y lírica copla de jota premiada en un lejano y desaparecido concurso.
La ronda trajo una copla
en una noche de viento.
Besó tu cara encendida
y se marchó con el cierzo.
Seguimos en este noviembre publicando coplas que nos gustaría escuchar en la voz de los estupendos cantadores y cantadoras que mantienen viva la querida jota, cada vez más apreciada y considerada por su carácter cosmopolita y su historia, tan rica y variada que la hacen singular y única entre las diversas manifestaciones folclóricas que enriquecen esta España que nos une, nos alegra, nos duele a veces y otras nos reconforta. Bella es la jota, bello su baile y canto y es preciso, dentro del respeto a la tradición, que su actualización, sobre todo y fundamentalmente en las letras de sus cantas, sea vehículo de transmisión de nuevos modelos a las jovenes generaciones que a ella se acercan. Ánimo, joteros, y a caminar "entabant" sin miedo.
No me importa si está nublo
o si hace frío o calor
porque desde que me quieres
eres mi luz y mi sol.
La cuarteta es la letra de nuestra jota. Con ella músicos, bailadores y cantadores conectan también con el público. Muchas se han recogido en cancioneros varios y otras siguen navegando libres en la voz y música joteras. La copla admite muchos mensajes: de amor, de reivindicación, de fiesta, de la tierra y el paisaje, de actualidad o sucesos famosos...todo cabe en nuestra estrofa y por fortuna sigue viva y actual gracias en gran medida al cobijo que ha tenido especialmente en nuestro HERALDO, que en sus 128 años ha acogido siempre con preferencia a la jota y a sus protagonistas, entre ellos a los muy diversos escritores de coplas. Como ejemplo, recogidas en la hemeroteca, pasan de mil trescientas las publicadas en los últimos cuarenta años.
Dejé un día tus quereres
en el pozo del olvido
pero tú los rescataste
con la fuerza del cariño.
La cuarteta, como la soleá, la seguidilla son, entre otras estrofas populares españolas, poemas de hondo calado si son escritos por poetas. Amplia muestra de ello la tenemos en autores como Alberti, Cernuda, Gerardo Diego, García Lorca, I.M.Gil, Guinda, Machado y tantos otros. Es por ello útil valorar estas estrofas que, en el caso de la cuarteta, constituten la letra de la jota aragonesa. Recogidas están en diversas antologías modélicas coplas que dignifican y ennoblecen nuestro genuino canto regional y si bien es lógico y admisible que temas propios de la jota se sigan cantando cuando tienen calidad poética, sería bueno también que en las letras se procurase la mayor calidad literaria para no confundir lo popular con lo populachero o chabacano.
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