viernes, 21 de noviembre de 2014

Jota enamorada




Dices que no te hago coplas
pero no hay necesidad,
porque tú misma eres verso
que siempre quiero cantar.


Coplas de amor, coplas que se cantan -o mejor, se dicen- con suavidad al oído de la persona amada. La jota puede y debe ser, a la vez, canto de amor e interpretarse con el sentimiento de una voz, perfecto instrumento, que acaricie las notas, sin forzarlas ni gritarlas. Esa jota que tanto gusta escuchar a media voz, cuando el ambiente se llena de intimidad y las palabras se deslizan en el aire con la delicadeza del vuelo de un ave. Seamos conscientes de que no todo en la jota ha de ser "bravura" y fuerza, potencial de voz y exhibición de adornos vocales, sino que, también, ha de penetrar hasta el interior del oyente, canción que del alma sale y que al alma ha de llegar. Esa es, también, la belleza de la jota cuando la música acompaña cantas de amor...

Rincón de la copla. Mayusta. 
Heraldo de Aragón, 23 noviembre 2014
Imagen:El alma de la guitarra. Romero de Torres


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