Se
va quedando la jota
huérfana
de alguna voz
pero
llegan otras nuevas
a
darle savia y amor.
Lorenzo Navascués,
el gran cantador de jotas de Fuendejalón, uno de los mejores de su
época, falleció el pasado verano a los noventa y dos años. De
formación autodidacta, llegó a actuar por medio mundo, de la mano
de su buen amigo el gran bailador de jota Andrés Cester Zapata, con
quien tengo el placer de charlar con frecuencia de los diferentes
avatares que aquejan a nuestro querido folclore aragonés. Navascués
abrió un establecimoemto de hostelería en Zaragoza, La rinconada de
Lorenzo, y allí también tuvimos el placer de conversar en numerosas
ocasiones. Afable, aragonés recio y gran persona, era el exponente
de una época gloriosa de nuestra jota. Un recuerdo de su trayectoria
jotera lo tenemos vivo en numerosas grabaciones que perpetúan su voz
y estilo.
Heraldo de Aragón 8 febrero 2015
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