jueves, 9 de abril de 2009






El pasado doce de marzo, hace justo un mes, falleció la escritora Ana María Navales. Mucho se ha escrito sobre ella y su extensa labor docente y literaria: poesía, ensayo, narrativa, novela y relato corto en una obra atenta siempre al valor de la palabra, a la “pasión del lenguaje” en palabras de Antón Castro. Era mi amiga y con Juan, su marido, tuvimos horas de convivencia y conversación a lo largo de los años. Autores hoy consagrados (Conget, Mainer, Tizón...) encontraron en ella sus primeras reseñas. Este “Rincón” quiere rendirle homenaje de cariño. Siempre recordaremos la personalidad de Ana María que, como su obra, estaba llena de vitalidad y fuerza y escondía un corazón apasionado y lleno de cariño. Hasta siempre.



Con nueva voz, inició

su “travesía en el viento”.

De allí llegan sus palabras

y los mares de sus versos.



(Publicado en Heraldo de Aragón 12 abril 2009)


1 comentario:

irene dijo...

Siempre es triste cuando alguien se va, y más aún si es un amigo, comprendo tu tristeza, pero al menos, te quedará su recuerdo y sus libros que, con toda seguridad, estarán repletos de bellos poemas y relatos.
Un abrazo, Miguel Ángel.