sábado, 13 de febrero de 2010




Para decir que me quieres
mírame antes a los ojos:
verás cómo no hacen falta
palabras entre nosotros.




San Valentín se celebra en distintos países, dicen que desde el siglo catorce. En unos lugares es el Día de los Enamorados, en otros el Día del Amor y la Amistad. Se entregan regalos o rosas a las personas que ocupan nuestro corazón, que es importante que esté siempre enamorado. En España, a mediados del pasado siglo, se incrementó la celebración, propiciada por el incipiente desarrollo y por unos Grandes Almacenes, con un objetivo claramente comercial. El “boom” se produjo en 1959 con la famosa película de Concha Velasco y Tony Leblanc, que los más maduros recordamos como meliflua y con una cancioncilla fácil, como tantas de la época que hoy se empeñan en reponer en TV. En fin, cosas de la tradición, del recuerdo, del amor y del comercio. Yo, por si acaso y como cae en domingo, día del “Rincón”, les brindo una copla de amor para que la acompañen con unas bonitas rosas a su amada. O amado, que también a los hombres nos gustan las flores.

(Publicado en Heraldo de Aragón 14 febrero 2010)

2 comentarios:

irene dijo...

Felicidades a quien corresponda. Yo, por mi parte, y por parte de muchísima gente que me rodea, le vamos a poner una querella criminal a San Valentín, por todos los desaguisados que ha hecho, y que si no se remedia, estoy segura que seguirá haciendo. Y así, de paso, les fastidiamos el negocio a los grandes almacenes.
Besicos, Miguel Ángel.

auroraines dijo...

No, no hacen falta palabras
la mirada dice todo.
En esta entrada condensaste
lo verdadero, más allá de lo comercial, con esa mirada para qué más!
Muy bonita la imagen de Venecia.
Feliz día de San Valentín, un cálido abrazo y una rosa