sábado, 30 de marzo de 2019

Rincón de la copla .Marzo 2019

Al mirarse en el espejo
dijo una moza con pena:
"Envidia tengo a la jota,
que nunca se vuelve vieja".


La jota sigue muy viva, en sus facetas de canto y baile, a través de un gran número de aficionados y profesionales que la mantienen con entusiasmo.
Hace unas semanas, se ha celebrado en Huesca el "XXVIII Certamen Nacional de Jota Ciudad de Huesca" que, organizado por la Asociación Cultural "Acordanza", aúna muchos esfuerzos públicos y privados y se ha consolidado hace años como un exitoso aglutinador del mundo jotero y en el que en esta edición han concurrido más de trescientos participantes.
La gran calidad de los intérpretes y el entusiasmo del numeroso público asistente han sido la tónica de este evento, ya consolidado hace tiempo como uno de los más importantes y concurridos.
Traemos al Rincón una de las cantas que se han interpretado en este Certamen.




Te quiero porque te quiero
y tú sabes que es verdad;
que en el amor no hay razones
porque el amor es...amar.


Son cuatro versos, treinta y dos sílabas: solamente eso, una copla. Pero esta copla y parecidas es muy posible que rindan más de un corazón. Y es que, como decía el poeta Gabriel Celaya ya en mil novecientos cincuenta y cinco y cantó el querido Paco Ibañez unos años después, la poesía es un arma cargada de futuro, sí, pero además de futuro, su carga puede ser de esperanza, reivindicación, dolor, y sobre todo amor, que desde tiempos inmemoriales ha sido vehículo de expresión de bellos pensamientos que los amantes se dispensan. Nunca morirá la poesía amorosa, por mucho que algunas “vanguardias” la detesten. Y como va llegando la primavera, que es tiempo de amor y de poetas, ahí queda esa razonable sinrazón del amor, que matiza los malos momentos de la vida.




Dos clases de amores hay
y son amores distintos:
uno, el que se tienen todos;
otro es el tuyo y el mío


Pues como seguimos esperando la primavera, las coplas fluyen como el agua desde las nieves de nuestro amado Pirineo o de las fuentes que nutren el Guadalaviar y el Tajo, allá por Teruel. Por cierto, que ya es tiempo de acercarse hasta esos lugares y contemplar cómo se va abriendo paso poco a poco la nueva vida entre lo que parecía ya muerto en el largo invierno. Animo a que mis amables lectores sustituyan la tradicional astenia primaveral -que va a llegar de un momento a otro- por una buena excursión a pie por esos senderos del Pirineo o de la Sierra de Albarracín y que ventile los pulmones y se lleve la herrumbre del reposo invernal. Además, pienso que será una buena terapia anticrisis si, al par que caminan, van canturreando alguna jotica de este Rincón...




Un beso te di de noche
y varios de madrugada
para que no se te olvide
lo que yo te quiero, maña.


Termina – y con qué rapidez- este mes de marzo, preludio de uno de abril que promete ser agitado y que ojalá nos traiga el acuerdo entre todos, para seguir disfrutando de unas condiciones de vida que, con todos los inconvenientes, ya hubiesen querido nuesrtros abuelos. El calendario nos ha traído la primavera, tiempo de poetas, muchos de los cuales ya empiezan a aficionarse a estas modestas estrofas que llamamos coplas. Hoy cerramos el mes con una copla de amor, ya añosa en nuestros cuadernos. Me ha parecido bella y oportuna y tiene un bonito aire de jota antigua, de esas que cantaban en las rondas nocturnas aquellos buenos joteros en las Fiestas del Pilar de hace ya algunos años y que con tanto cariño recordamos...


Heraldo de Aragón, 10, 17, 14 y 31 de marzo de 2019

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