jueves, 21 de agosto de 2025

RINCÓN DE LA COPLA. Año XXIV. Ago. 2025. Núms. 1.230, 1.231, 1.232, 1.233, 1.234.

 


Una lágrima se seca

y se marchita una flor

y sin embargo la jota

nunca muere en Aragón.


Volvemos a traer a este “Rincón” a Felisa Galé Lacoma (1912-1948), novia de José Oto, el amor de su vida, e intérprete exquisita de todos los estilos de jota cantada, incluidos los de baile y rondaderas. Encontramos una pequeña publicación, “Jotas aragonesas”, de Editorial HERALDO DE ARAGÓN (Zaragoza, 1936), donde desgrana unas hermosas coplas llenas de amor por su tierra y por la jota y en las que destaca también su devoción por la Virgen del Pilar. Así rendimos un nuevo homenaje a Felisa, mujer hermosa y mito de nuestra jota, que también compuso coplas, además de interpretarlas con una musicalidad excepcional y una voz brillante que, afortunadamente, se conserva en grabaciones que figuran entre las cien mejores de nuestra jota cantada.




                                    Me llamo Juan Panadero

Por la tierra y por el mar.

El pan que amaso es de harina

que nadie puede comprar.

Las “Coplas de Juan Panadero”, de Rafael Alberti, (Puerto de Santa María 1902- Ibidem 1999) se extienden a lo largo de casi cuarenta años. En ellas, el poeta dice, en 1979, que “Más sencilla que fácil, la voz de este Juan de la calle me hace falta y tendré siempre que recurrir a él mientras el pueblo se llame Juan y reclame ese sentido justiciero, democrático, acusador, que nunca deja de cantar en sus coplas”. El poeta se expresa en tres octosílabos las más de las veces, y destaca dichos o hechos, sentencias o pensamientos que su Juan Panadero va desgranando a lo largo y ancho de años de guerra, exilio y regreso. Es su manera de llegar al pueblo con una poesía del pueblo que dignifica y realza. Ésta es la primera copla de presentación de Juan

 

 

                                                    Hasta que el pueblo las canta,

las coplas, coplas no son.

Y cuando las canta el pueblo

ya nadie sabe el autor.

 

Manuel Machado (Sevilla, 1874-Madrid, 1947) era hermano de Antonio y ambos, hijos de Antonio Machado Ruiz (Demófilo), folclorista, escritor y recopilador de cantes andaluces que publicó en un libro, “Cantes flamencos”, de obligada lectura para todo buen amante de la copla. Manuel como su padre es, además de autor, gran conocedor y divulgador de letras de los cantes flamencos, de esas estrofas llenas de poesía popular, humor, amor y dolor que han quedado en el imaginario colectivo. Esas coplas escritas alguna vez por alguien ilustre o aficionado y que van de boca en boca, acaban siendo propiedad del pueblo que las hace permanecer y olvidado en el anonimato queda el sufrido autor. Así lo definió Manuel Machado, precisamente, en una muy famosa.


                                                        Dentro de la Exposición,

Zaragoza es un vergel,

y el capullo más hermoso

la infanta doña Isabel.


Admirada por Sarasate, María Blasco llevó la jota, a principios del siglo pasado, a París, Bruselas y Buenos Aires, obteniendo grandes éxitos junto a Juanito Pardo, otro gran cantador. Nació en el barrio de la "Parroquia Baja" de Zaragoza (mi Parroquia) en 1888 y murió en la capital argentina en 1966. Se casó en Argentina, donde fue famosa cancionista y defensora de lo aragonés hasta el día de su muerte, y en el barrio de la Jota tiene calle que la recuerda. La Reina de la Jota se la llamó, cuando intervino en el primer centenario de los Sitios, y he aquí una copla que, entre otras varias, dedicó María a la infanta Isabel en su visita a nuestra ciudad durante los acontecimientos de 1908. La copla, como observarán ustedes, tiene su “aquél”.

 

 

 

El tomar siete vermuts

cosa es que a entender no alcanzo,

en quien luego llega a casa

y se atraca de garbanzos.


Es inagotable el ingenio coplero de Fernando Soteras (Mefisto) que durante veinticinco años, en el primer tercio del pasado siglo, (servidor los cumplirá en coplas, Dios mediante, en 2026) colaboró en las páginas de HERALDO con sus famosas “Coplas” donde, con su humor y capacidad de versificación inigualables, glosó acontecimientos de actualidad y cuestiones sociales construyendo un interesante mosaico sobre la sociedad de aquellos años. La perspectiva que da el tiempo transcurrido desde su publicación añade un interés histórico a estas “Coplas” que hicieron felices a nuestros abuelos y que nos hacen sonreír y reflexionar hoy sobre los hábitos y costumbres de una época que, como nadie, supo reflejar Mefisto en sus incontables colaboraciones.


(Heraldo de Aragón, 3, 10, 17, 24, 21 agosto 2025)





























El tomar siete vermuts

cosa es que a entender no alcanzo,

en quien luego llega a casa

y se atraca de garbanzos.







Es inagotable el ingenio coplero de Fernando Soteras (Mefisto) que durante veinticinco años, en el primer tercio del pasado siglo, (servidor los cumplirá en coplas, Dios mediante, en 2026) colaboró en las páginas de HERALDO con sus famosas “Coplas” donde, con su humor y capacidad de versificación inigualables, glosó acontecimientos de actualidad y cuestiones sociales construyendo un interesante mosaico sobre la sociedad de aquellos años. La perspectiva que da el tiempo transcurrido desde su publicación añade un interés histórico a estas “Coplas” que hicieron felices a nuestros abuelos y que nos hacen sonreír y reflexionar hoy sobre los hábitos y costumbres de una época que, como nadie, supo reflejar Mefisto en sus incontables colaboraciones.



RINCÓN DE LA COPLA. Año XXIV. Jul. 2025. Núms. 1.226, 1.227, 1.228, 1.229

 

A la guerra y sin respuesta

se marcha mi corazón.

¿Por qué ha de morir matando

quien vive muerto de amor?


Las guerras, la corrupción, el egoísmo y la pobreza de demasiados, están sembrando de tristeza nuestros días. Quienes doblamos ya la esquina desde donde apercibimos la meta de llegada, nos ponemos a pensar en la reiteración de errores y la contumacia de quienes anteponen al bien común objetivos personales de poder y riqueza, como si fueran a vivir eternamente, sin darse cuenta de que, en realidad, somos seres muy débiles. Estas pequeñas consideraciones a cuarenta grados en este verano que nos asfixia pueden no parecer pertinentes a quienes cabalgan velozmente hacia una felicidad sin apartar la vista de su ombligo. Les pedimos, humidemente, disculpas y esperanos, de verdad, que lo consigan...La copla de hoy es del poeta y amigo Francisco Caro.

 

 

La jota es flecha lanzada

desde el corazón al cielo

y desde Aragón proyecta

su belleza al mundo entero.


Que la jota es una genuina y fundamental muestra del folclore aragonés es reconocido a nivel mundial, así como su importante influencia en la música desde los compositores clásicos hasta los contemporámeos. Su música y letras han nutrido numerosas composiciones, incluyendo nuestras zarzuelas, y su baile ha sido representado y adaptado por las más prestigiosas compañías de ballet. Ello nos hace estar orgullosos y confiados en un pronto reconocimiento como Bien Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, labor que ya se comenzó a gestionar en nuestra ciudad hace unos años, concretamente en 2022, a iniciativa de la Academia de las Artes del Folclore y la Jota de Aragón que, a no dudar, dará pronto sus frutos y será motivo de unitaria celebración.


 

Dios crió en el mar espumas

y perfumes en las flores

y en mi pecho un corazón,

para que tú me lo robes.


Gonzalo Castrillo Hernández edita en Palencia, en 1922 , un curioso “Estudio sobre el canto popular castellano” , reeditado en 2008 por Edcs. Maxtor en facsímil. En el librito, cuyo contenido -que resulta ciertamente peculiar visto desde la perspectiva de los años transcurridos- no pretendo analizar, se recogen cantares, cantarcillos, rondas, tonadas y coplas populares, algunas de ellas transcritas en pentagrama que resultan hoy de una enorme curiosidad. Es de notar la gran relación que tienen las letras de estas formas musicales de la vieja Castilla, sus cantos populares, con las formas contemporáneas de nuestro canto aragonés. Música popular, canto popular, algo importante que no debemos dejar perder jamás por su enorme riqueza cultural

 

 

Deben los de Zaragoza

esquivar dardos certeros:

unos que lanza la envidia,

otros que los manda el cierzo.


Dicen, y verdad deben ser, muchas cosas buenas de los zaragozanos y sus cualidades: somos acogedores, sencillos y noblotes. Pero también las dicen malas. Parece que somos, debido entre otras cosas al cierzo que nos azota inclemente en invierno, gentes un tanto inconformistas e individualistas. Claro que tenemos virtudes grandes que nos compensan, pero eso no quita para que seamos a veces un tantico envidiosos del vecino e intentemos siempre estar en guardia por si nos supera en algo, cosa que, en general, no llevamos del todo bien. En fin, que en todas partes cuecen habas y por aquí las cocemos también. Qué se le va a hacer. Así que ojo con los dardos del cierzo y con las punzadicas de quienes no saben alegrarse del bien ajeno. Feliz Agosto.


(Heraldo de Aragón: 6, 13, 20, 27 jul. 2025)

RINCÓN DE LA COPLA. Año XXIV. Jun 2025, Núms. 1.221, 1.222, 1.223, 1.224, 1.225

 

Dicen que no nos queremos

porque no nos ven hablar;

a tu corazón y al mío

se lo pueden preguntar.


La gran mezzosoprano Teresa Berganza (Madrid 1933-S. Lorenzo de El Escorial 2022). Realizó una carrera, que fue una sucesión de éxitos, en los mejores teatros de ópera del mundo, dirigida por maestros de la talla de Von Karajan, Solti, Metha, Abbado, Muti, especialmente con obras de Rossini y Mozart. Su “Carmen” es antológica y perdura siempre en el recuerdo del buen aficionado. En palabras de Alfonso Sáiz,“Teresa Berganza es algo más que una mezzosoprano. Teresa es una manera de ser y de sentir; un estilo palpitante, con poderoso carisma y majestad de diosa”. La recordamos en nuestro Auditorio hace años. Su interpretación de la Jota de las “Siete canciones españolas” de Manuel de Falla, una de cuyas coplas reproducimos, fue antológica.



Las cuerdas de mi guitarra

de tripa dicen que son

para que yo haga, al rondarte,

de las tripas, corazón.

 

El escritor y periodista aragonés Luis Royo Villanova (Zaragoza 1867-Madrid 1900) hace convivir bien en sus coplas la percepción de lo aragonés y la sensibilidad literaria. Luis, miembro de una numerosa familia de intelectuales, (los Royo Villanova fueron trece hermanos) desempeñó entre otros cargos periodísticos el de redactor-jefe de Blanco y negro desde 1893, publicando numerosos artículos en la época tan difícil de la agonía colonial. Popular autor de los versos Manchas de tinta, (1886) en sus cantas supo compaginar los aspectos que destacamos al principio de estas líneas. La copla que publicamos está recogida en una página de HERALO DE ARAGÓN de 1924 que, amablemente me hizo llegar hace algún tiempo el profesor Guillermo Fatás.




Viva Aragón y sus gentes
desde Oroel al Moncayo
que somos, dentro de España,
un pueblo noble y honrado.

 

Esta copla es reciente y sale al aire como un grito en parte reivindicativo y por otro lado asertivo que, como bien se define, es palabra que refuerza y expresa una opinión de manera firme y con seguridad, respetando las ideas de los demás. Así somos los aragoneses y así nos quremos, a pesar de las discriminaciones que a veces se nos imponen y del continuo goteo de la despoblación que deseamos cese con mejora de comunicaciones y empleo, pues esta tierra que amamos merece todo el cuidado que podamos ofrecerle. Y sí, somos nobles, honrados, abnegados y pacientes, desde la raya con Francia, allá en las hermosas tierras pirenaicas hasta las sorprendentes y algo desconocidas de la Sierra de Albarracín, donde discurre el Guadalaviar y nace el Tajo.




Si mirar tus ojos, maña,

fuese pecado mortal,

prefiriera condenarme

a no poderlos mirar.

 

Una copla de amor, ligera y aplicable a diversas circunstancias de género o geografía con solo cambiar la palabra "maña" por "maño", "niña", "niño" o la polivalente "bellos" calificando a los ojos contemplados seguramente con arrobo por el admirador o admiradora, que tal es la flexibilidad de esta copla y la oportunidad para no suscitar problemas de género ni de otra cualesquiera índole que están en boga actualmente. Puede ser canta de jota o letra de sevillana, o de otra cualquiera de las numerosas y bellas muestras de folclore de esta España tan plural, ya que todo es bello y compatible si tenemos inteligencia y sensibilidad para entenderlo. Disfruten de la copla -sobre todo las nuevas generaciones- y anímense a componerla y difundirla.



Treinta y siete calabozos

tiene la cárcel de Ejea,

trainta y ocho he recorrido

con el de la carcelera.

 

De nuevo traemos a este Rincón a Luis Royo Villanova y una copla que muy probablemente es fruto de la corriente cultural transhumante, paralela a la ganadera, (hay muchas bodas mixtas por la Sierra de Albarracín) ya que hay una andaluza que la remeda, (o al contrario). El autor, leyó un trabajo sobre la copla aragonesa en el Círculo de la Prensa de Madrid en noviembre de 1897 y en él establece este interesante parangón entre las coplas andaluzas y aragonesas, destacando en estas la robustez y sinceridad poética, la bravura, frente a los adornos, galas, y la poesía infinita de las del Sur. Así dice aquélla: Treinta y dos calabocitos / tiene la cárcel de Utrera, / treinta y uno he recorrido/ y el más oscuro me queda. Curioso y bello ¿verdad?



(Heraldo de Aragón 1,8,15,22,29 jul. 2025)