(En la foto, Susana Diez de la Cortina, en un acto de mi presentación, con el poeta Angel Guinda y el editor Antonio Huerga)
Del extenso trabajo introductorio de la
filóloga, investigadora y poeta Susana Diez de la Cortina, que
abarca una treintena de páginas en la edición impresa de “La
copla. Emoción y poema” no podemos, lógicamente, hacer una
publicación integral. Sí es necesario recalcar que es un trabajo
meticuloso y documentado que introduce los textos e ilustrará al
lector muy adecuadamente con información y citas de indudable
interés. Como muestra, aunque necesariamente descontextualizada ya
que el trabajo forma un todo uniforme, publicamos el siguiente
párrafo:
"Pero no debemos confundir lo popular con lo
vulgar. Se trata de otro par de opuestos: lo culto y lo popular. Lo
popular, es decir, lo que el pueblo conserva como propio y acepta en
su bagaje (refranes, proverbios, cantigas, coplas, etc.) es lo digno
de ser transmitido por la vía de la tradición, de generación en
generación. El saber popular es tan antiguo como la propia lengua
que lo sustenta, el surgimiento de un idioma como herramienta de
comunicación y vehículo de cultura implica el surgimiento de los
géneros discursivos y literarios. Estos últimos cambian o se ponen
más o menos de moda, pero entre ellos algunos se mantienen con
perseverancia: es el caso de la copla. Conservamos coplas tan
antiguas como la propia lengua castellana. Este profundo arraigo de
la copla en nuestra cultura se explica porque su surgimiento es
coetáneo al de las lenguas vernáculas peninsulares. De hecho, es
probable que la copla proceda de versos pareados más largos, al
igual que los antiguos romances, que a su vez son desgajamientos de
los cantares de gesta, de ahí que tanto los romances como las coplas
tradicionales tuvieran rima asonante en los pares."
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