miércoles, 2 de septiembre de 2009








Tus ojos, mi niña, son
como dos gotas de luz,
que iluminan cada noche
los sueños donde estás tú.



Se nos va poco a poco un nuevo verano. Agosto nos deja ese regusto cálido de días de playa alegres y luminosos o noches a la orilla de un mar sereno y plateado. Y también de paseos por las innumerables sendas de nuestras montañas pirenaicas o los recorridos por esa hermosa Sierra de Albarracín que tanto tiene aún por descubrir para una gran mayoría de aragoneses. Las tierras de Guadalaviar , más arriba, nada menos que a mil quinientos metros, en el límite de Aragón y Castilla, nos ofrecen en esta época esas noches serenas, apacibles, donde tan sólo se escucha el silencio mientras la bóveda celeste aparece grandiosa, con un relieve y plenitud que no podemos apreciar desde las ciudades...Con todo ello, hoy el “Rincón” se pone lírico y recoge una sencilla copla de amor, de esas que cada uno de nosotros querríamos que alguien que nos quiere nos dedicase un día. Va por ustedes. A vencer el estrés de la “rentrée” y a disfrutar del otoño.

(Publicado en Heraldo de Aragón 30.08.2009)






1 comentario:

Elena dijo...

Bueno es la segunda vez que leo hoy esta copla, la primera me ha gustado más....
Besotes